‘Ver la sonrisa de los pequeños y sus madres me llena el alma’, dice una de las 166 educadoras comunitarias que recorren Quito

 




Vanessa Sulay Collahuazo Castillo tiene el don de la paciencia. Con sus 27 años, cada lunes llega a la comuna Santa Clara de San Millán (Alta y Baja), en Quito, para dar apoyo educativo a niños y niñas de entre 0 y 3 años, así como a madres gestantes.

“Me enseña, me deja tareas para desarrollar con mis hijas y ya he visto la diferencia”, sostiene Jenny, una comerciante de 30 años que inicia sus labores a las 04:00 y ve en la educadora comunitaria un apoyo para sus tres hijas, la mayor tiene 5 años y sus gemelas de 8 meses. Las dos pequeñas son prematuras, presentaban retrasos en el desarrollo de actividades acordes con la edad y una de ellas padeció meningitis. La llegada de Sulay es apreciada por la mujer.

En total hay 166 educadoras comunitarias del Programa de Atención a la Primera Infancia que impulsa la Unidad Patronato Municipal San José (UPMSJ). En Quito, el equipo asiste a 7.765 niños y a 659 mujeres gestantes.

La maestra llega a la casa de la comerciante a las 08:40. Debe caminar hasta la comuna Santa Clara de San Millán. Algunos de los hogares a los que acuden colindan con el bosque ubicado en las laderas del volcán Pichincha. Se ha acostumbrado al clima frío y señala que su satisfacción es “ver la sonrisa de los pequeños y sus madres”.

La confianza de la comunidad llegó como resultado del trabajo, cariño y las herramientas que comparte en los hogares. Las 166 educadoras comunitarias acuden a las viviendas de personas en situación de vulnerabilidad. El servicio está en ejecución desde el 1 de marzo de 2022.}

https://www.eluniverso.com/noticias/ecuador/ver-la-sonrisa-de-los-pequenos-y-sus-madres-me-llena-el-alma-dice-una-de-las-166-educadoras-comunitarias-que-recorren-quito-nota/ 


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